Con las recientes epidemias de enfermedades como el Zika y la Chikungunya y sus efectos nocivos particularmente en las mujeres embarazadas, el uso de repelente contra insectos se ha vuelto una recomendación importantísima en Colombia y otros países tropicales. Sin embargo, como cualquier otro químico que se utilice durante el embarazo, algunas mamás sienten algo de miedo y reserva al pensar en utilizar estos repelentes.
La mayoría de los repelentes contra insectos en espray o barra, contienen una sustancia química llamada diethyl-3-methyl benzamide (DEET). Una cierta cantidad de este químico es absorbido por la piel y llegar al torrente sanguíneo, y en grandes dosis, puede ser perjudicial para la salud.
A la fecha no existen estudios sobre la exposición al DEET absorbido por la piel en forma de repelente durante el primer trimestre del embarazo, pero estudios han mostrado ausencia de efectos secundarios adversos al uso moderado durante el segundo trimestre.
El DEET logra atravesar la placenta y depositarse en cantidades minusculas en los tejídos del bebé, pero no hay evidencia de que en estos casos haya ningún efecto adverso en los bebés durante el embarazo o lactancia.
Existen alternativas naturales como aceite de citronella y otras sustancias, pulseras y demás, pero la realidad es que no son tan efectivos para prevenir las picadas de insectos como lo son los repelentes con DEET al 10%.
Teniendo en cuenta los peligros que presentan actualmiente las picaduras de zancudo en nuestro país, sumadas a las siempre presentes fiebre amarilla, dengue y malaria, y sabiendo que no existe ninguna evidencia de daño causado al bebé por el uso de repelentes, la mejor idea es continuar utilizando los productos con eficacia demostrada para combatir las picaduras de insectos.
Sin embargo, es una buena idea revisar las etiquetas que cada producto específico y obedecer cualquier advertencia que presente, al igual que seguir siempre al pie de la letra las indicaciones del médico de cabecera que conoce a fondo el estado de salud de mamá y bebé.