Cuando la mujer está embarazada debe cuidar muy bien sus emociones, porque todas ellas influyen en el desarrollo del bebé. De allí la importancia de que la futura mamá lleve un periodo gestacional tranquilo, armonioso y en paz, porque el estrés, rabia y cualquier otro sentimiento tóxico, puede desencadenar problemas como parto prematuro, o niños con problemas mentales.
En ese sentido, lo ideal es saber llevar cada emoción sin reprimirla, pero teniendo presente que el bebé a partir de las 20 semanas ya reconoce la voz de su madre, y por ello el hablarle con cariño, así como estimularle con canciones o cuentos, es clave para su crecimiento en el futuro.
Emociones
Estudios han determinado que todas las emociones que siente la futura mamá, liberan hormonas que pueden llegar al bebé por medio de la placenta, y de hecho algunas de esas sustancias cambian el sabor del líquido amniótico.
Otra forma que tiene el pequeño de conocerla, es a través de su tono de voz, respiración, caricias y ritmo cardíaco. Pero ¿cómo afecta cada sentimiento, sea bueno o malo, al bebé?, pues en términos generales afecta su desarrollo mental y físico futuro, porque todo quedará en su memoria, lo cual moldeará personalidad y comportamiento.
Algunas de las emociones más positivas vienen acompañadas de una voz serena, ritmo cardíaco estable, que permite transmitirle al bebé amor, plenitud, protección y armonía. En ese sentido, el bebé puede responder a eso dando patadas, chupándose el dedo, entre otros.
Tóxico
Las embarazadas, sobre todo las que trabajan todo el embarazo, pueden sentir mayor estrés, angustia y miedo, lo cual libera neurotransmisores y hormonas tóxicas como el cortisol y las catecolaminas, sin embargo, aquí actúa la placenta porque protege al bebé, logrando que se filtren por el cordón umbilical.
Pero si tiene muchas emociones negativas, puede pasar lo siguiente:
- Disminuye el flujo sanguíneo que le llega al bebé, por lo tanto se priva de recibir los nutrientes necesarios para su formación
- Cuando hay mucha segregación de hormonas negativas, traspasan la placenta y pueden afectar el sistema nervioso del bebé
- El exceso de emociones tóxica le manda una dosis de adrenalina al bebé, que aumenta su ritmo cardíaco, presión arterial y lo hace entrar en un estado de alerta
- Lo negativo influye en el coeficiente intelectual del niño, al punto de poder tener problemas mentales, y condiciones como ansiedad, esquizofrenia, déficit de atención, irritabilidad, y cólicos
- Bebé prematuro o bajo de peso al nacer
Consecuencias de cada emoción
Cada emoción, sea buena o mala, tiene su consecuencia en el desarrollo del bebé.
- Felicidad, tranquilidad y emoción: tres emociones positivas que generan endorfinas, cuyo propósito es rodear al bebé de bienestar y buena oxigenación. Además él siente y escucha, entonces si haces actividades que te hagan sentir feliz y relajada, se lo transmitirás, aunado a las caricias y frases de amor diariamente y a cada instante
- Miedo: si existe violencia doméstica o sexual, sale a relucir el miedo. De hecho un estudio determinó a través de un eco, que cuando unos padres se estaban gritando el bebé se apreciaba agitado, por lo tanto el miedo afectamente mucho al pequeño
- Tristeza: está bien llorar para drenar alguna pena, pero si esa tristeza se intensifica, se generan problemas para dormir y hacer digestión. Lo más grave es que esa tristeza puede influir en la depresión del bebé en su vida adulta
- Ira: nunca es buena se esté embarazada o no, pero cuando estás en la dulce espera sube la presión arterial y el ritmo cardíaco, lo cual reduce la oxigenación para el bebé
- Estrés: si la madre tiene mucho estrés, rabia y tristeza el bebé puede sentirse intranquilo, además que esas emociones activan el sistema endocrino del bebé, y afecta su desarrollo cerebral. Si es un estrés extremo, puede que el pequeño sufra de lo mismo cuando sea grande
- Sufrimiento: sea emocional o físico, cuando una madre se preocupa demasiado o tiene pensamientos negativos, el bebé se siente alarmado porque recibe toda esa energía negativa, lo cual puede ocasionar un bebé prematuro